En los años iniciales del siglo XVIII, la corona española vive un enfrentamiento bélico, prácticamente una guerra civil, por dirimir la sucesión al trono a la muerte de Carlos II, último rey de la dinastía de los Austrias. Felipe V primero de los Borbones, es quien a efectos testamentales debe ocupar el trono, la oposición del Archiduque Carlos de Austria habrá de saldarse con el enfrentamiento militar Yecla intervendrá directamente en el conflicto desde sus inicios a favor de la causa borbónica, participará con aportación de hombres en los sitios de Jijona, Onteniente y Fuente la Higuera, Játiva y Caudete (1705-6), sufriendo en sus propias calles los efectos de la guerra el día 12 de abril de 1707, en que la villa es tomada por las tropas austríacas que no dejan piedra sobre piedra. Meses después la villa vuelve a ser saqueada, dejando a su población en la más absoluta miseria. Estas penalidades serán compensadas por Felipe V que otorga el título de "Muy Noble, Muy Leal y Fidelísima villa de Yecla", además de otras concesiones. Esto ocurría el 7 de octubre de 1707.
La Guerra de Sucesión significa cerrar un capítulo de la historia de Yecla en el que la miseria, pobreza, hambre y turbulencia social había marcado un largo período decadencia iniciado a comienzos del siglo XVII. Dos personajes de esta centuria merecen especial atención, Martín Soriano Zaplana, Zaplana (héroe local y origen de las Fiestas Patronales de Ciudad) y Martín Muñoz Salcedo, bandolero, que por sus proezas quedaría grabado en la memoria de las clases populares.
El siglo XVIII supondrá un período de reactivación de la villa en todos sus órdenes. Desde el punto de vista urbano se produce una extensión hacia la vega construyéndose amplían y rectilíneas calles. Demográficamente de 3.450 habitantes en 1760 se pasa a 10.440 en 1774. La agricultura experimenta un nuevo impulso, triplicándose las tierras puestas en cultivo: a finales del siglo X