El siglo XVI supondrá una centuria de gran desarrollo en todos los órdenes. Demográficamente se pasa de 1025 habitantes en 1530 a 3091 en 1597. La producción agrícola, con la roturación y puesta en cultivo de numerosas tierras, se cifra entre 1520-1550 en un 27%, pasando entre 1550 y 1590 a un 46%. La ganadería vive también un gran momento gracias a la apertura definitiva de la Vereda de los Serranos, que venía a conectar las serranías de Cuenca con los pastos murcianos de Cieza, Librilla, Lorca y Alhama. Sin embargo, el mayor auge se verá reflejado en el transporte de mercancías. Existían a principios de este siglo más de 500 carros censados, y la aduana de Yecla se situaba la segunda en cuanto a ingresos a nivel de todo el estado.
Hacia 1530 se había finalizado la construcción de la Iglesia de la Asunción (Iglesia Vieja), concluyéndose igualmente las obras de la Plaza Mayor ampliando el entramado urbano con la apertura de una nueva calle: La Corredera. En la segunda mitad del siglo XVI se instalará en Yecla los Franciscanos, primeramente en la Ermita de la Magdalena y con posterioridad en la de San Sebastián (San Roque), construida en el siglo XIV en acción de gracias por la protección del vecindario ante una epidemia de peste